Las caídas en personas mayores son muy frecuentes, y pueden sufrir fracturas de cadera en una zona cercana al fémur.
Estas roturas se producen como consecuencia de la pérdida de densidad ósea (osteoporosis) consecuencia del envejecimiento. Hay que pensar que la cadera soporta el peso del cuerpo y, por lo tanto, la desmineralización del hueso hace que se incremente su fragilidad al perder resistencia.
Cuando las personas mayores sufren la rotura de este hueso, requiere de una intervención quirúrgica que la reconstruya y la devuelva su funcionalidad. Las técnicas de la cirugía varían en función de la fractura, pudiendo utilizarse desde placas, hasta clavos o prótesis.
Las mujeres cuentan con tres veces más riesgo que los hombres de sufrir una rotura de cadera, puesto que la pérdida de densidad ósea se acentúa en ellas a consecuencia de la menopausia. Los varones comienzan a presentar esta dolencia a partir de los 70 años.
Prevenir la osteoporosis o realizar un tratamiento adecuado cuando aparezca es la mejor forma de evitar fracturas de cadera. La ingesta de calcio y vitamina D permiten mantener la masa ósea con la densidad adecuada.
Si se produce la rotura de cadera es importante acudir inmediatamente al médico, para evaluar la fractura y proceder a la cirugía en caso de que sea requerida. La operación presenta la complicación que puede presentar cualquier tipo de cirugía, pero en caso de no realizarse puede producir una pérdida de movilidad total en las extremidades inferiores del paciente.
La recuperación de estas intervenciones puede ser lenta y requiere de la práctica de técnicas de rehabilitación. En Grupo Amavir contamos con profesionales especializados en la aplicación de las mejores técnicas de rehabilitación y ejercicios complementarios para los residentes que han sufrido o sufren la recuperación de esta dolencia.
El programa de estancias temporales en residencias de mayores Amavir está diseñado para que los residentes tengan una recuperación exitosa.