Comprender los cambios en el sistema digestivo en el adulto mayor es fundamental para adoptar hábitos saludables en alimentación y estilo de vida, que permitan mitigar estos efectos y mantener una buena salud gastrointestinal a lo largo de todas las etapas de la vida.
Es importante destacar que los hábitos que se adquieren durante la juventud y la edad adulta influyen en la salud del cuerpo. Por lo que, promover la movilidad en ancianos, tener una buena alimentación y seguir las indicaciones de los profesionales sobre el uso de medicamentos aporta grandes beneficios para mantener una buena salud gastrointestinal durante todas las etapas de la vida.
- El envejecimiento provoca cambios naturales en el sistema digestivo, como la disminución de la producción de saliva, la ralentización de los procesos digestivos y la alteración en el esófago, lo que aumenta la susceptibilidad a trastornos como el reflujo o la hiporexia (pérdida de apetito).
- Con la edad, órganos como el intestino y el hígado alteran su función, lo que dificulta la absorción de nutrientes esenciales como calcio, hierro o vitaminas. Esto conlleva graves riesgos de malnutrición y deshidratación.
- Es crucial prestar atención a síntomas frecuentes como acidez, reflujo, estreñimiento, dolor abdominal o pérdida de peso, ya que pueden indicar problemas digestivos subyacentes que requieren atención médica.
- Para mantener la salud gastrointestinal, se recomienda adoptar una alimentación adecuada (usando especias para potenciar el sabor), realizar actividad física regular y llevar un control médico estricto de los fármacos, ya que algunos medicamentos pueden exacerbar los problemas digestivos.
¿Por qué cambia el sistema digestivo con la edad?
El sistema digestivo experimenta cambios con la edad, principalmente porque el cuerpo sufre un deterioro natural a nivel molecular asociado al proceso de envejecimiento. Estas transformaciones afectan progresivamente la función de los órganos, tal como sucede con la pérdida de masa muscular, la ralentización del metabolismo o el deterioro cognitivo.
Estos efectos del paso del tiempo hacen que los procesos digestivos se vuelvan más lentos y menos eficientes. Si bien son cambios inevitables, mantener un envejecimiento activo y una alimentación adecuada puede ayudar a retrasar el deterioro natural de los órganos digestivos y prevenir patologías comunes.
En el caso del sistema digestivo, tener un envejecimiento activo y cuidar la alimentación puede ralentizar el deterioro natural del cuerpo asociado a la edad en órganos como el estómago y el hígado, así como prevenir patologías comunes en personas mayores como la deshidratación en ancianos.
Principales cambios en el sistema digestivo en el adulto mayor
Los cambios en el sistema digestivo y los órganos que lo componen afectan a la manera en la que se lleva a cabo la digestión y la absorción de nutrientes desde el momento en que se ingiere la comida hasta su eliminación.
Disminución de la producción de saliva
La sensación de tener la boca seca es común en las personas mayores y generalmente se debe a una mala hidratación, a la disminución en la producción de secreciones de líquidos en las glándulas salivales y al consumo de ciertos medicamentos entre los que algunos de sus efectos secundarios se encuentra la xerostomía o síndrome de la boca seca.
Alteraciones en el esófago
Una de las principales funciones del esófago es transportar la comida y los líquidos desde la boca hasta el estómago gracias a la saliva y a los movimientos musculares.
La disminución de la producción de la saliva, y el deterioro de la musculación del esófago afectan a las funciones de este órgano y provocan, entre otras complicaciones, mayores posibilidades de sufrir reflujos de los líquidos del estómago.
Modificaciones en el estómago
Con la edad, el metabolismo se ralentiza y por tanto los procesos digestivos son más lentos. Además, la calidad de la capa de revestimiento gástrico disminuye, así como la elasticidad del estómago. Estos cambios pueden tener consecuencias como una digestión más lenta y pesada o la aparición de úlceras, especialmente en aquellas personas que toman medicamentos antiinflamatorios como la aspirina o el ibuprofeno de manera regular.
Cambios en el intestino
En el caso del intestino delgado, por lo general no se producen grandes cambios en la estructura de este órgano como sí ocurre con otros. Sin embargo, sí es notable el cambio en la absorción de ciertos nutrientes, como la lactosa, el hierro o el calcio o vitaminas como la B12, cuyas deficiencias en el organismo pueden provocar problemas nutricionales.
Páncreas e hígado
Una de las principales alteraciones del hígado a causa del envejecimiento del cuerpo, es el cambio en el flujo sanguíneo y la capacidad de metabolizar ciertas sustancias y fármacos.
Síntomas frecuentes de problemas digestivos en adultos mayores
Identificar problemas digestivos en personas mayores, especialmente aquellas situaciones en las que hay un anciano que no quiere comer o en aquellos con afecciones como la demencia, puede ser un desafío. Por ello, es crucial estar atento a los siguientes signos, que frecuentemente indican un trastorno gastrointestinal:
- Acidez y Reflujo: Sensación de ardor o regreso del contenido estomacal.
- Alteraciones en el Hábito Intestinal: Estreñimiento persistente o episodios de diarrea.
- Molestias Abdominales: Dolor o hinchazón en la zona del abdomen.
- Cambios en la Ingesta: Notable pérdida de apetito (hiporexia).
- Pérdida de Peso Inexplicada: Disminución de la masa corporal sin una causa dietética intencional.
Si se observa uno o varios de estos síntomas, se recomienda consultar a un médico. Un diagnóstico temprano es vital para descartar patologías, tratar intolerancias y evitar deficiencias nutricionales u otras complicaciones de salud.
Consecuencias de los cambios digestivos en la salud del adulto mayor
El deterioro de los órganos digestivos afecta la manera en que el cuerpo procesa y asimila los alimentos, lo cual tiene serias repercusiones en la salud general del adulto mayor. Esta alteración en la absorción de nutrientes esenciales, como las vitaminas para personas mayores o el calcio, puede derivar en los siguientes problemas:
- Malnutrición: La incapacidad para absorber suficientes nutrientes clave compromete el estado nutricional general.
- Mayor riesgo de deshidratación: Los cambios digestivos a menudo se asocian con una menor retención de líquidos o ingesta, elevando la susceptibilidad a la deshidratación.
- Déficit de vitaminas y minerales: La deficiencia crónica de micronutrientes necesarios para funciones vitales (como la producción de colágeno o el metabolismo óseo) afecta la salud y la reparación de tejidos.
Cuidados y recomendaciones para un sistema digestivo saludable en mayores
Para cuidar la salud del sistema digestivo no es necesario esperar a tener algún malestar o trastorno, sino que adquirir hábitos desde la juventud contribuye a mantener una buena salud de todos los órganos componen el aparato digestivo.
Las recomendaciones para tener un sistema digestivo saludable en todas las etapas de la vida y especialmente en las personas mayores que requieren más cuidados, se pueden resumir en las siguientes categorías:
Alimentación adecuada
Una de las claves de la salud gastrointestinal y en general de la salud del cuerpo, es mantener una dieta equilibrada. No obstante, en ocasiones las personas mayores pueden sufrir alteraciones del gusto y del olfato, provocando así el rechazo de ciertos alimentos o disminuyendo su sabor. Para evitar que las alteraciones en el olfato o el gusto sean la causa de una malnutrición o una alimentación poco saludable, se pueden utilizar especias o salsas que potencien el sabor de la comida haciéndola más agradable al paladar.
Actividad física regular
Según la Organización Mundial de la Salud, el ejercicio físico en cualquier etapa de la vida es fundamental para la prevención de enfermedades. Concretamente, la organización internacional señala que algunos de los beneficios del ejercicio físico en ancianos incluyen la reducción del riesgo de mortalidad, la mejora de la salud mental y ayuda a conservar la independencia en la realización de las actividades del día a día como pasear o ir a comprar.
Revisión médica y control de fármacos
Independientemente de si un adulto mayor vive de manera habitual en su domicilio o en una residencia para personas mayores, es recomendable que acuda regularmente al médico para realizar revisiones generales y mantener un control de los medicamentos que está tomando y cómo estos afectan a su cuerpo. El especialista médico es el encargado de detectar si hay algún medicamento que esté provocando efectos secundarios indeseados.
Es esencial reconocer que los cambios en el sistema digestivo en el adulto mayor son inevitables, pero sus consecuencias pueden ser minimizadas. Al prestar atención a los síntomas de alerta y adoptar medidas proactivas como una dieta adecuada, ejercicio regular y un control riguroso de la medicación, es posible prevenir complicaciones graves como la malnutrición. Fomentar estos hábitos es la clave para asegurar el bienestar gastrointestinal y mantener una óptima calidad de vida durante la tercera edad.