Son muchas las familias que confían en las residencias o centros de día como forma de prevenir la soledad en las personas mayores. Estos centros, como es el caso de las residencias Amavir, cuentan con un modelo asistencial que fomenta la sociabilización y organiza actividades para conseguir un envejecimiento activo. Continua leyendo nuestro artículo y descubre cómo prevenir la soledad en los mayores.
5 motivos para prevenir la soledad en personas mayores
Socialización como forma de prevenir la soledad en personas mayores
La posibilidad de tener la compañía de otros residentes es una de las principales ventajas de vivir en una residencia de la tercera edad. La soledad de personas mayores es una de las situaciones más preocupantes de nuestra sociedad. En el año 2020, 2.131.400 personas con 65 años o más vivían solas, el 70% mujeres, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Adaptación del espacio según las necesidades del adulto mayor
Si se quiere saber cómo prevenir la soledad en los mayores, es importante pensar en la posibilidad de que éstos tengan contacto con personas que están en una situación física y mental similar a la suya. Por este motivo, en los centros suelen estar separados en unidades de convivencia, cada una de ellas con su propio salón y comedor, donde los usuarios se dividen según su grado de dependencia y características personales.
Esta organización facilita la sociabilización de los residentes, ya que cuentan con la posibilidad de estar en contacto estrecho con personas que se encuentran en las mismas condiciones. Además, los centros residenciales suelen contar con un ambiente acogedor y adaptado según las necesidades de los residentes, poniendo especial interés en que cada sala tenga un aspecto cálido y familiar para evitar que los usuarios echen de menos su casa.
Ejercicios para favorecer el envejecimiento activo
En las residencias de mayores, los usuarios tienen acceso a terapias y actividades de ocio y tiempo libre con las que trabajan su bienestar físico, social y emocional. De esta forma, se favorece el envejecimiento activo en residencias de mayores.
Además, el modelo asistencial de las residencias favorece que los mayores mantengan su autonomía personal y capacidad de decisión. En una residencia de mayores se promueve que el usuario pueda continuar con sus ocupaciones cotidianas, desde las más básicas como el aseo y el vestido, hasta tareas más complejas, como el manejo del dinero o el cuidado del hogar, siendo los talleres dirigidos por los profesionales de terapia ocupacional una ayuda fundamental para mantener la autonomía del residente.
Cuidados personalizados gracias a trabajadores especializados
En una residencia trabajan profesionales especializados en la atención a los mayores, lo que garantiza que los residentes cuenten con el mejor trato posible. El modelo asistencial de las residencias de mayores permite que éstos puedan ser atendidos en todo momento. Además, los centros de mayores cuentan con equipos de fisioterapia y rehabilitación, que ayudan a prevenir patologías motoras, musculares y de movilidad.
Plan individualizado “Guiados por ti” de Amavir, un modelo para empoderar a los mayores
En los centros Amavir, todos los residentes disfrutan de su propio Plan de Atención Individualizado, que se realiza al ingreso y se actualiza continuamente para que cada persona reciba la atención más adecuada a su situación, necesidades y preferencias.
El modelo asistencial de atención residencial “Guiados por ti”, empodera a la persona mayor y permite ofrecer la mejor compañía y asistencia según sus indicaciones. De esta forma, se fomenta la autonomía de los usuarios.
5 razones por las que acudir a un centro de día
Amavir cuenta con 40 centros de día para mayores, una solución muy adecuada si se pretende prevenir la soledad en los ancianos. Los centros de día son lugares acogedores en los que los usuarios pasan la jornada, regresando a sus domicilios por la tarde. Durante su estancia realizan diferentes programas, talleres y actividades que tienen como objetivo potenciar su autonomía y mejorar su estado emocional y su sociabilidad. De esta forma, se consigue que los usuarios tengan un envejecimiento activo, se previene la soledad y se evitan posibles dolencias asociadas a la edad.
Atención sin desvincularse de su hogar
Los centros de día para mayores son un recurso intermedio para contar con cuidados personalizados sin tener que dejar de vivir en su hogar. Estos lugares permiten que los usuarios sigan viviendo en su casa y a la vez, evitan la soledad en personas mayores. Además, en los centros de día se pueden realizar actividades beneficiosas para el estado físico, cognitivo y emocional, que fomentan el envejecimiento activo.
Actividades adaptadas y cuidados personalizados
Es importante que una persona mayor sepa cuáles son las actividades que puede y que no puede hacer según su condición física y cognitiva. El modelo asistencial de un centro de día para mayores permite que el usuario conozca sus límites; ya sea porque puede compararse con otros usuarios, o bien, porque cuenta con la atención de un profesional que puede aconsejarle las actividades que mejor se adaptan a su situación personal.
Ocio al alcance de su mano
Con el objetivo de reducir la sensación de soledad en personas mayores, en un centro de día para mayores se favorece la interacción con otros usuarios. Talleres de cocina, de costura, huertos terapéuticos, salidas culturales conjuntas y hasta un club de lectura: todas estas actividades ofrecen a los usuarios experiencias divertidas y fomentan la participación, activando sus habilidades cognitivas para favorecer el envejecimiento activo.
Cuidados personalizados y adaptados según las necesidades
Al igual que en las residencias de mayores, en los centros de día se cuenta con un modelo asistencial que favorece los cuidados individualizados. El usuario de un centro de día tiene un seguimiento profesional diario (de lunes a viernes) para vigilar su salud y su condición física y mental, además de recibir información periódica sobre su estado personal, lo que supone una gran tranquilidad para sus familiares.
Motivación para el usuario y descanso para el entorno familiar
Los centros de día permiten a los mayores que optan por este servicio mantenerse socialmente activos a través de salidas culturales, actividades o excursiones y, en muchas ocasiones, mejorar su estado emocional ante situaciones de ansiedad, depresión o duelo. Asimismo, en el caso de los familiares, disponer de horas de respiro para poder realizar otras actividades personales o profesionales, mejorando así también su propia calidad de vida y evitando el síndrome del cuidador quemado.
En definitiva, las personas mayores o dependientes que deciden trasladarse a las residencias de la tercera edad, ya sea porque necesitan cuidados específicos o porque quieren estar acompañados, buscan la mejor atención, pero también sentirse como en casa, algo que se cuida al máximo en los centros de Amavir. Tener buena compañía y un trato cercano son algunos de los requisitos más importantes para prevenir la soledad en los mayores desde las residencias y centros de día.