El deterioro cognitivo, la demencia senil y el Alzheimer son patologías muy frecuentes que se presentan en pacientes de la tercera edad. Para analizar si el paciente presenta algún tipo de deterioro cognitivo existe una técnica llamada “prueba del reloj” que se utiliza especialmente para determinar un posible deterioro cognitivo.
Esta prueba permite evaluar el nivel de lenguaje, memoria a corto plazo y funciones vioespaciales del paciente. Además, es una manera de salir de la rutina en las residencias, y se trabaja en la percepción visual, la coordinación vosimotora y la capacidad de planificación y ejecución motora.
Este test se puede hacer de dos maneras.
Test del reloj a la orden: La tarea consiste en pedir al paciente que dibuje un reloj de forma ovalada, con los números y las manecillas indicando una hora determinada.
Test del reloj a la copia: se le facilitan dos folios al paciente, uno de ellos contendrá un reloj dibujado, el otro folio estará en blanco. Al paciente se le pide que calque el reloj.
Cuanto más baja es la puntuación total obtenida, mayor es el deterioro cognitivo del paciente. La evaluación se divide en tres partes independientes:
Los puntos se suman de esta manera
Lo primero que se evalúa es el dibujo de la esfera. Se medirá si la esfera es ovalada, asimétrica o si no se ha dibujado. (de 0 a 2 puntos)
Se determinará si los números se han dibujado, si están colocados en su correcto orden o si hay errores. También habrá que fijarse en si se han colocado fuera o dentro. (de 0 a 4 puntos)
Las manecillas han de estar dibujadas correctamente, unidas entre sí en el centro de la esfera y con una proporción de tamaño correcta. (de 0 a 4 puntos)
En el test del reloj a la orden, una puntuación por debajo de 6 puntos representa un deterioro cognitivo. En el caso del test del reloj a la copia presenta un deterioro cognitivo si el paciente no alcanza una puntuación de 8.
Por ello, recomendamos esta técnica para pacientes que sufren Alzheimer u otras demencias ya que puede ser muy beneficioso.