Dicen que la experiencia es un grado, sobre todo en el amor, donde nuestros mayores tienen mucho que decir, mucho que recordar, y por qué no, mucho por vivir. Por eso, si de algo pueden presumir, es de disfrutarlo desde la templanza y el sosiego que les regalan los años.
A estas edades todos tienen experiencias que contar: la del primer amor, la del amor de toda la vida, la del amor platónico, la del amor eterno o la del amor después de amar. Historias todas ellas que suelen transformarse en idilios recordados con inmenso cariño, con cierta nostalgia y con mucho respeto.
Los hay que tienen la suerte de seguir compartiendo sus días con la misma persona con la que han ido creciendo a lo largo de su vida y, después de todo un camino juntos, son ejemplo de que el amor para toda la vida es posible. Lo han hecho transformando la pasión de los primeros años en un vínculo de admiración mutua que va más allá del amor y que les proporciona una gran satisfacción por todas las metas alcanzadas en su proyecto común.
Pero con las vueltas que da la vida, cada vez son más las parejas que se forman durante la vejez: desde la seguridad que otorgan los años, y con la mochila cargada de experiencias, el amor vuelve a despertar la ilusión en nuestros mayores, que buscan compartir unos años repletos de historias y de recuerdos. Uno de los beneficios de las estancias temporales en residencias de mayores, es que los residentes crean vínculos entre ellos, y se les ayuda a fomentar sus habilidades sociales.
Desde las residencias Amavir, sabemos que el amor no tiene edad y que puede ser un antídoto para el sentimiento de soledad en personas mayores. Por eso, somos conscientes de que, ya sea un amor de toda la vida, sea un amor de madurez, sea un amor después amar, o sea una bonita amistad, lo importante es poder compartir momentos con un compañero fiel que sepa escuchar y que convierta este periodo en una etapa plena y de amor sincero.
En este video somos testigos de una bonita muestra de amor, la de María Jesús Pérez, auxiliar de Amavir Cartagena (Murcia), que arropada por el cariño de sus compañeras del centro, ha querido sorprender a su pareja con una pedida de mano de lo más peculiar.