El sedentarismo en ancianos es un problema de salud pública creciente que afecta la calidad de vida, la autonomía y el bienestar general de las personas mayores. En Amavir, promovemos una vida activa para evitar problemas de salud derivados de la falta de actividad de nuestros residentes.
- El sedentarismo se refiere a la falta de actividad física suficiente para mantener un buen estado de salud. Un problema habitual en ancianos que puede agravar su condición física.
- Las principales causas del sedentarismo son: los problemas de salud y la movilidad reducida, factores psicológicos y un entorno con falta de estímulos.
- Las consecuencias de este estilo de vida son: riesgos físicos y de salud, impacto en la salud mental y emocional de los ancianos, y aumento del riesgo de dependencia y caídas.
- Para prevenir el sedentarismo en personas mayores es importante mantener rutinas activas, realizar ejercicio adaptado a la edad, acudir a fisioterapia y contar con apoyo familiar y motivación constante.
- En las residencias Amavir se previene el sedentarismo con caminatas diarias y paseos al aire libre, ejercicios suaves de fuerza y estiramientos, actividades cognitivas y sociales y terapias grupales.
¿Qué es el sedentarismo en ancianos?
El sedentarismo en los ancianos se refiere a la falta de actividad física regular o insuficiente movimiento corporal para mantener un buen estado de salud. En esta etapa de la vida, muchas personas pasan gran parte del día sentadas, acostadas o realizando actividades de baja exigencia física, lo que disminuye el gasto energético diario y puede afectar su bienestar general. Es importante recordar los beneficios del ejercicio físico en ancianos.
Este estilo de vida suele estar relacionado con problemas de salud y pérdida de movilidad, así como con daños emocionales y sociales, como la soledad. El sedentarismo aumenta el riesgo de algunas enfermedades, por lo que es fundamental promover la actividad en ancianos.
Causas de la falta de actividad en personas mayores
Las causas del sedentarismo en personas mayores son múltiples y están relacionadas tanto con factores físicos como psicológicos y sociales. Dolor o enfermedades crónicas, miedo a caídas o lesiones, aislamiento social, depresión, falta de entornos accesibles y hábitos adquiridos son algunos de los motivos que ocasionan una vida sedentaria. Las causas pueden clasificarse en:
– Problemas de salud y movilidad reducida: las enfermedades crónicas (artrosis, hipertensión, diabetes), el dolor, la pérdida de fuerza, la falta de equilibrio y la fatiga limitan la movilidad de muchos ancianos, llevándolos a la inactividad.
– Factores psicológicos: como el miedo a sufrir caídas o lesiones, la depresión, la ansiedad y la falta de motivación. Muchas veces, la baja autoestima o la creencia de que “ya no se puede hacer ejercicio” lleva a las personas mayores a adoptar un estilo de vida pasivo.
– Entorno y falta de estímulos: El aislamiento social, la ausencia de apoyo familiar y la escasez de espacios seguros o programas adaptados dificultan la práctica de actividad física.
Consecuencias del sedentarismo en ancianos
– Riesgos físicos: la falta de actividad provoca una pérdida progresiva de masa y fuerza muscular (sarcopenia), lo que dificulta la realización de tareas cotidianas y aumenta el riesgo de caídas y fracturas.
– Impacto en la salud mental y emocional: la inactividad se asocia con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y deterioro cognitivo, afectando la memoria, la concentración y el estado de ánimo. Es por ello que el sedentarismo afecta a la salud mental en ancianos.
– Aumento del riesgo de dependencia y caídas: la pérdida de fuerza y autonomía hace que los adultos mayores necesiten ayuda para realizar actividades básicas. Este deterioro general, sumado al aumento del riesgo de caídas, disminuye la calidad de vida.
Cómo prevenir el sedentarismo en personas mayores
Prevenir el sedentarismo en las personas mayores es esencial para conservar su salud física, mental y emocional, así como para mantener su independencia y calidad de vida.
Las claves para un envejecimiento activo se sustentan en una serie de hábitos y enfoques que favorecen la salud física, mental y emocional.
Importancia de mantener rutinas activas
Para evitar el sedentarismo, resulta clave integrar el movimiento en la rutina diaria: subir escaleras en lugar de usar el ascensor, pasear con amigos o familiares, cuidar el jardín o levantarse con frecuencia si se pasa mucho tiempo sentado.
Pequeñas acciones cotidianas pueden marcar una gran diferencia y recuerdan la importancia de promover la movilidad en ancianos.
Ejercicios y actividades adaptadas a cada edad
Actividades como caminar, hacer ejercicios de estiramiento, bailar, practicar yoga o taichí y realizar tareas domésticas ligeras ayudan a mantener el cuerpo activo sin necesidad de grandes esfuerzos.
La OMS recomienda al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado, combinados con ejercicios de fuerza, equilibrio y flexibilidad. Existen multitud de actividades para personas mayores que pueden realizar para hacer ejercicio.
Beneficios de la fisioterapia y la movilidad guiada
La fisioterapia para adultos mayores es una especialidad que trabaja la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las patologías de las personas de edad avanzada.
Mejora las funciones musculoesqueléticas, óseo-articular, cardiocirculatoria, respiratoria, endocrina, metabólica, inmunológica o la psico-neurológica.
Apoyo familiar y motivación constante
Motivar a las personas mayores a participar en actividades comunitarias, talleres o grupos de ejercicio no solo mejora su condición física, sino que también fortalece su bienestar emocional y reduce el aislamiento
Actividades que implementamos en Amavir para evitar la falta de actividad
En nuestras residencias, promovemos un estilo de vida activo y saludable para nuestros residentes, con el objetivo de prevenir el sedentarismo y favorecer su bienestar físico, mental y emocional. Para lograrlo, implementamos diversas actividades adaptadas a sus capacidades y necesidades:
Caminatas diarias y paseos al aire libre
Fomentamos la movilidad y el contacto con el entorno a través de caminatas organizadas en los jardines y zonas exteriores del centro. Estas salidas contribuyen a mejorar la circulación, fortalecer los músculos y promover la socialización entre los residentes, además de ofrecer un momento de disfrute en contacto con la naturaleza.
Ejercicios suaves de fuerza y estiramientos
Realizamos sesiones diarias o semanales de ejercicios adaptados, guiadas por profesionales, que incluyen movimientos de fortalecimiento muscular, equilibrio y estiramiento.
Estas rutinas ayudan a mantener la autonomía, prevenir caídas y mejorar la postura, la flexibilidad y la coordinación.
Actividades cognitivas y sociales
Además del ejercicio físico, trabajamos el bienestar mental y emocional mediante ejercicios de estimulación cognitiva como: talleres de memoria, juegos de mesa, lectura, música y actividades grupales que estimulan las capacidades cognitivas.
Estas dinámicas refuerzan la autoestima, la motivación y el sentido de pertenencia dentro de la comunidad Amavir.
Terapias grupales
Las terapias grupales, tanto físicas como emocionales, permiten compartir experiencias, fortalecer vínculos y crear un ambiente positivo de convivencia en la residencia de ancianos. A través del trabajo conjunto con terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y psicólogos, se promueve la participación y se previene el aislamiento social.
El sedentarismo en ancianos es un riesgo real para la salud física y cognitiva, pero no es una condena. La clave para combatirlo reside en la intervención temprana, la personalización de las rutinas y la motivación constante. Adoptar un estilo de vida activo es el paso más importante para preservar la autonomía y la calidad de vida en la vejez.