En invierno, ante la llegada de las bajas temperaturas ambientales, es importante adoptar una serie de medidas para evitar estados de hipotermia y otras patologías:
- Aquellas personas que estén dentro de los grupos de riesgo deben administrarse las vacunas de la gripe y del neumococo para evitar los procesos respiratorios desencadenados por el frío.
- Mantener y reforzar los hábitos de higiene ya que, en invierno, los virus circulan con mayor frecuencia y las tasas de contagio son mayores al permanecer más tiempo en ambientes cerrados y mal ventilados. Es importante cubrirse la boca al toser y estornudar, usar pañuelos desechables y lavarse frecuentemente las manos.
- Evitar cambios bruscos de temperatura. La temperatura ideal para la vivienda es de 21-22 ºC. Temperaturas superiores, no aportan beneficios y sí producen un derroche excesivo de energía. Ventilar diariamente las habitaciones durante 10 minutos es suficiente para renovar el aire y no perder demasiado calor.
- Es recomendable revisar diariamente la información del tiempo para vestirnos adecuadamente a la hora de salir a la calle.
- Durante los días de mucho frío usar guantes, gorras, bufanda y calcetines de lana, ya que la mayor parte del calor se pierde por la cabeza, manos y pies.
- El calzado debe ser caliente, impermeable y antideslizante.
- Abrigarse con varias capas de ropa “estilo cebolla” para ayudar a mantener la temperatura corporal. La temperatura ideal de la vivienda está entre los 21-22 ºC.
- En caso de lluvia intentar mantenerse seco, ya que la humedad enfría más rápidamente el cuerpo.
- Realizar comidas frecuentes con alto poder energético: legumbres, pasta, frutos secos, etc. También se debe consumir fruta a diario que aumenta el aporte de vitamina C para ayudar a mejorar las defensas.
- Realizar ejercicio diariamente pero de forma moderada.
- Evitar el consumo de alcohol, ya que puede producir una falsa sensación de calor que lleve a desprotegerse frente al frío.
- Evitar el humo del tabaco para prevenir enfermedades respiratorias.