Adela Candell Bravo, Terapeuta Ocupacional de Amavir Usera (Madrid)
La técnica Montessori es una gran herramienta para que la persona mayor se sienta útil, válida y se siga queriendo como lo ha hecho toda su vida. Tener en cuenta sus intereses, sus rutinas y aficiones, es vital para que la persona se realice en adelante empleando esta técnica.
Su esencia radica en que la persona use las capacidades cognitivas que preserva o que pueden empezar a verse dañadas y que interactúe con su entorno de forma sencilla pero efectiva. Mediamos simplemente para encontrar acciones que le reporten bienestar, acciones que ya forman parte de su conocimiento y de su vida diaria, aunque algunas de ellas, debido a posibles situaciones de deterioro cognitivo, puede que comporten alguna dificultad para ellos. Así, facilitamos sobre todo la manipulación de objetos cotidianos, buscamos estimular su atención y la capacidad de realizar acciones con sentido.
En este caso, no es necesario el vocabulario como lo conocemos de principio a fin, sino que palabras concretas y conocidas pueden iniciar el proceso y finalizarlo. Tengamos en cuenta que el vocabulario va perdiendo significado para muchas personas maores, así que es mejor transitar sin mucho material semántico, más bien el corporal, empleando el tacto especialmente.
La capacidad de aprender se mantiene en la persona hasta el final, incluso cuando creemos que no da lugar; empleando Montessori descubrimos que aún queda mucho por explorar. Resulta más que interesante vivenciar las sesiones de la mano de personas que, aun conviviendo con un diagnóstico de demencia, te iluminan tu camino tanto profesional como humano. Es sobrecogedor comprobar cómo se esfuerzan y se conectan a la realidad, aunque sea una realidad parecida a la nuestra, donde ellos hacen y deshacen, donde siempre son y siempre exteriorizan la esencia de la persona.
Os animamos a descubrir un poco más de esta herramienta que abre caminos donde parece que hay tantos obstáculos.