La gerontología es la ciencia que trata la vejez y los fenómenos que la caracterizan. Las funciones de un gerocultor en una residencia son todas aquellas actividades relacionadas con ofrecer una atención sociosanitaria completa, adecuada y personalizada a personas de la tercera edad.
Los gerocultores, también conocidos como auxiliares de geriatría, trabajan en centros de día, en residencias o a domicilio. Sus tareas son muy variadas y su trabajo siempre depende de la dirección del centro o del personal superior.
- El gerocultor es el personal sociosanitario cuya función principal es asistir y cuidar a las personas mayores dependientes en sus actividades básicas de la vida diaria. Trabajan principalmente en residencias y centros de día.
- Sus tareas son muy variadas e incluyen: higiene personal y del entorno, asistencia en la alimentación y administración de medicamentos bajo supervisión, acompañamiento emocional y físico y dinamización con ejercicios de mantenimiento y entretenimiento.
- El gerocultor actúa como un pilar de apoyo para el equipo interdisciplinar. Recaban información directa sobre el estado del residente y colaboran en tareas sanitarias delegadas, como el control de glucosa o los cambios de postura en encamados.
- Se distingue del auxiliar de enfermería principalmente por su lugar de trabajo y enfoque: el gerocultor se especializa en el cuidado crónico de la tercera edad, mientras que el auxiliar de enfermería asiste a pacientes de todas las edades en entornos clínicos u hospitalarios.
¿Qué es un gerocultor?
El VII Convenio colectivo marco estatal de servicios de atención a las personas dependientes define la figura del gerocultor como:
“El personal que, bajo la dependencia de la dirección del centro (u otra persona designada para ello), tiene como función principal asistir y cuidar a las personas usuarias en las actividades de la vida diaria que no puedan realizar por sí mismos.”
Además, se encarga de llevar a cabo aquellas acciones profesionales encaminadas a su atención personal y de su entorno. Así, su labor principal se resume en dirigirles, ayudarles, atender y cuidarlos para que puedan vivir dignamente.
La disponibilidad diaria de estos profesionales permite dar continuidad a las rutinas, aportando información rápida y segura del estado en el mayor y de cualquier cambio que experimente.
Las funciones del gerocultor en las residencias para mayores
Los gerocultores cumplen funciones esenciales en las residencias de mayores. Realizan tareas asistenciales tan importantes como facilitar y colaborar en el aseo, alimentación o vestido, pero, además, a través de la interacción estrecha y directa con los residentes, recaban información para completar el desarrollo de su proyecto vital.
A continuación se detallan exactamente qué funciones realiza un gerocultor en una residencia:
Apoyo al equipo interdisciplinar
Los gerocultores llevan a cabo una labor muy importante de apoyo al equipo interdisciplinar de las residencias de mayores, en la recepción y acogida de los nuevos usuarios, y colaborando en la adecuación de plan de cuidados individualizado.
Además, realizan intervenciones programadas por el equipo interdisciplinar dirigidas a cubrir las actividades de la vida diaria del adulto mayor, y colaboran con ellos en la integración de los familiares de los usuarios en la vida del centro.
Higiene personal y material
Otra de las tareas que hace un gerocultor en una residencia es mantener la higiene íntima de las personas usuarias. Entre ellas, destacan la limpieza personal, dental, afeitado o, en caso de mayores dependientes, la ayuda en la movilidad del paciente encamado para evitar el riesgo de caídas. También colaboran con el servicio de enfermería en los cambios de postura de los encamados y en las actuaciones que faciliten su exploración y observación.
El orden, la recogida de ropa y la limpieza del botiquín y de su contenido, así como del resto del material sanitario o asistencial, también forman parte de sus labores.
Alimentación
El auxiliar de geriatría también debe proporcionar y administrar los alimentos al residente, facilitando la ingesta en los casos requeridos. Además, se encargarán de recibir, distribuir y recoger los alimentos en las habitaciones de los usuarios, y colaborarán con el personal sanitario en la administración de la medicación.
Acompañamiento y entretenimiento
Los auxiliares de geriatría ayudan a los residentes en su preparación para un traslado, efectuando actuaciones de acompañamiento, vigilancia y apoyo: los acompañan en sus paseos diarios y en las movilizaciones indicadas por los fisioterapeutas (como excursiones, gestiones, etc.). También ayudan en las actividades para mejorar las capacidades físicas y motoras de los mayores.
Especialmente importante en este aspecto es el acompañamiento emocional para las personas de la tercera edad, un apoyo fundamental en el día a día de los residentes, que les ayuda a superar sus dificultades, a continuar viviendo acompañados y a mejorar su calidad de vida.
El gerocultor también se encarga de motivar y entretener con dinámicas de animación para las personas mayores, con ejercicios de mantenimiento y estimulación cognitiva que les ayuden a ser más autónomos, siguiendo las orientaciones de los profesionales competentes. En este aspecto, colaborarán con los técnicos de animación sociocultural para la dinamización de la vida diaria en las residencias de mayores.
Colaboración con el personal de enfermería
Una de las ventajas de vivir en una residencia de mayores es recibir atención personalizada e individualizada de parte de trabajadores de distintas especialidades. Así, los profesionales de esta especialidad de atención sociosanitaria mantienen una estrecha colaboración con el personal de enfermería. De este modo, bajo la supervisión de este departamento, colaboran en el cuidado de residentes colostomizados (pacientes a quienes se les ha extraído el intestino grueso a través de una abertura o estoma en la pared abdominal) y con sondas.
Por otra parte, en ausencia de enfermería, el auxiliar de geriatría podrá hacer la prueba de glucosa y utilizar la vía subcutánea para administrar insulina y heparina, siempre que la dosis y el seguimiento del tratamiento se realice por personal médico o de enfermería.
Otras funciones
Preservar la intimidad sobre el plan de cuidados individualizado del personal usuario, guardar silencio sobre la patología y cualquier asunto referente a su intimidad, en coordinación y bajo la responsabilidad de profesionales de los que dependan, son otras funciones de los gerocultores de las residencias de mayores.
Asimismo, los auxiliares de geriatría también comunican los incidentes que se produzcan sobre la salud de los usuarios, anotando y registrando en el libro de incidencias cualquier cambio de comportamiento físico detectado.
¿Cuáles son las habilidades de un gerocultor?
Las habilidades esenciales de un gerocultor (o auxiliar de geriatría) van más allá de las tareas de asistencia física e incluyen competencias técnicas, sociales y éticas fundamentales para el cuidado integral del adulto mayor:
- Capacitación y formación especializada: Poseer el conocimiento y la formación adecuados para realizar valoraciones gerontológicas integrales y diseñar intervenciones específicas según el perfil y las necesidades individuales de cada residente.
- Fomento de la autonomía: Tener la capacidad de promover el autocuidado y la independencia en el adulto mayor, asistiéndole solo en la medida necesaria para evitar la dependencia innecesaria.
- Habilidades sociales y empatía: Mostrar calidez humana, paciencia y empatía para establecer un vínculo de confianza con el residente y ofrecer apoyo emocional constante.
- Dinamización y motivación: Ser competente en motivar al residente a participar en actividades de estimulación cognitiva y ejercicio físico, contribuyendo a un envejecimiento activo.
- Comunicación efectiva: Saber comunicarse claramente con el residente, sus familiares y el equipo interdisciplinar, y ser capaz de detectar y comunicar incidentes o cambios en el estado físico o emocional del mayor.
- Implementación de estrategias de cambio: Ser competente en proponer e implementar estrategias de mejora en los modelos de atención para el bienestar y la calidad de vida del residente y su familia.
- Higiene y primeros auxilios básicos: Dominar las técnicas de higiene personal (aseo, vestido, cambios posturales) y poseer conocimientos básicos de primeros auxilios y actuación ante emergencias.
Diferencias entre gerocultor y auxiliar de enfermería
| Gerocultor (Auxiliar de Geriatría) | Auxiliar de Enfermería (TCAE) | |
| Foco de especialización | Cuidado exclusivo de personas de la tercera edad; énfasis en autonomía y asistencia de larga duración. | Asistencia general a pacientes de todas las edades; abarca diversas patologías y especialidades médicas. |
| Ámbito de trabajo principal | Principalmente Residencias de ancianos, centros de día y asistencia a domicilio. | Hospitales, clínicas, centros de salud, urgencias, quirófanos y otras áreas especializadas. |
| Función esencial | Asistencia directa en las actividades básicas de la vida diaria (aseo, vestido, alimentación, movilidad). | Brindar asistencia sanitaria directa bajo la supervisión de enfermeros y médicos. |
| Formación habitual | Título de Grado Medio en Atención a Personas en Situación de Dependencia o Cuidados Auxiliares de Enfermería. | Título de Grado Medio de Cuidados Auxiliares de Enfermería (C.A.E.). |
El vínculo entre trabajadores y residentes en Amavir
En las residencias Amavir el espíritu vocacional del equipo humano es clave para conseguir la excelencia en la atención de las personas mayores, por eso consideramos que es fundamental contar con un equipo especializado. Los gerocultores de nuestros centros residenciales coinciden en la importancia de la dedicación y la vocación en el ejercicio de sus funciones. Por ello, están comprometidos con el bienestar de las personas mayores, desarrollando una atención personalizada, profundamente marcada por el trato y la calidad humana.
Además, el hecho de que los auxiliares de geriatría de Amavir pasen tanto tiempo con el mayor favorece la creación de vínculos que van más allá de lo meramente profesional. El afecto y el cariño que surge entre ellos aparece de forma natural y perdura en el tiempo, estableciendo una relación cercana y de confianza. Estos profesionales de atención sociosanitaria saben perfectamente cómo cuidar a una persona mayor dependiente y eso favorece el vínculo entre ellos, siempre de persona a persona.
El día a día en Amavir se convierte en un escenario de enriquecimiento mutuo donde trabajadores, residentes y familiares se nutren de esa interacción compartida y donde conviven todos con todos, formando una relación especial y sintiéndose como en casa.