A menudo asociamos mantener unos buenos hábitos de vida a la parte física, pero conservar en buena forma nuestro cerebro es igual de importante
Es frecuente que, llegada una cierta edad, el cerebro se comience a deteriorar y que las facultades cognitivas se vayan perdiendo. El paso del tiempo hace que disminuyan algunas capacidades y lo que antes hacíamos en cinco minutos ahora nos cueste un poco más. Por ello, uno de los objetivos principales en los centros Amavir es tratar de potenciar al máximo la autonomía de las personas, así como su capacidad de decisión, ayudando a que el proceso de envejecimiento sea mucho más lento.
Beneficios de ejercitar el cerebro en las personas mayores
Los despistes u olvidar algunas cosas cotidianas son habituales pasados los 65 años, pero hacernos mayores no significa tener limitaciones. Envejecer de forma sana está, en buena medida, en nuestras manos. Del mismo modo que debemos ejercitar nuestro cuerpo para mantener los músculos en forma, también es muy importante ejercitar el cerebro.
A través de diferentes ocupaciones como pueden ser el huerto terapéutico o los talleres de cocina, manualidades o laborterapia entre otros, los residentes de los centros Amavir fomentan su independencia, mejoran su estado emocional y su sociabilidad, además de prevenir posibles dolencias asociadas a la edad.
Creatividad y arte para estimular la mente
Las ocupaciones que más éxito tienen entre los mayores son las relacionadas con la creatividad y el arte, ya que ayudan al aumento de la concentración y a estimular su imaginación y pensamiento. Pintar, escribir, realizar fotografías, tocar un instrumento, ver películas o asistir a obras de teatro son las vertientes artísticas más comunes para mantener el cerebro activo y conllevan múltiples beneficios para quienes lo practican.
Por ejemplo, la realización de manualidades como la artesanía, la actividad de tejer mejoran la estimulación cognitiva, la psicomotricidad y fomentan la socialización. Además, las actividades artísticas como se realizan con las manos, se previenen enfermedades como la artrosis y se ejercita la fuerza y la movilidad.
Otras actividades, como por ejemplo la lectura , promueven el trabajo a nivel cognitivo al requerir concentración y atención. Además, estas actividades impulsan la tolerancia y ayudan a desarrollar la autoestima.
Hábitos saludables para los residentes
Mantener una alimentación saludable y evitar el sedentarismo y los excesos, también está relacionado con el buen funcionamiento del cerebro. La actividad física en mayores tiene múltiples beneficios, y pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Seguir una dieta mediterránea es clave para mantenerse en buena forma física y mental. Se recomiendan alimentos con vitaminas como los vegetales, las frutas, los pescados, los huevos, el aceite de oliva virgen extra y los cereales. Adoptar una rutina de ejercicio sencilla todos los días, como por ejemplo caminar, también refuerza la actividad de nuestro cerebro.
En definitiva, procurar un envejecimiento activo a través del bienestar físico, social y mental, nos permitirá ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez.