En nuestras residencias Adavir-Amma contamos con mujeres increíbles que se han volcado en el cuidado y atención de sus hijos y sus seres queridos
El pasado domingo celebramos el Día de la Madre en España. Millones de mujeres recibieron muestras de afecto y cariño por parte sus hijos y seres queridos. Abrazos, flores, perfumes y miles de regalos sirven para recordar a las madres lo especiales que son.
Madres capaces de darlo todo por sus hijos, incombustibles, incansables, atentas, con una paciencia infinita y siempre al lado de sus hijos. Nuestras residencias de Adavir-Amma están llenos de estas grandes mujeres, algunas incluso comparten su día a día en el centro con sus hijos.
Catalina es una de nuestras residentes de Amma El Balconcillo. Ingresó en el año 2012 junto a su hija Teresa, y desde entonces comparten habitación y actividades diarias en el centro de Guadalajara. Con 81 años, Catalina sigue cuidando en la medida que puede de su hija Teresa, que requiere de necesidades especiales, y todos los días ambas mujeres reciben la visita de Mª Luisa, la otra hija y hermana respectivamente.
Catalina se quedó viuda en mayo del pasado año y desde entonces lo único que le queda en la vida es el cariño y la dedicación que le profesan sus hijas. Una mujer que dedicó su vida a trabajar en el campo, atender las labores del hogar y cuidar de su familia merece un reconocimiento no solo por parte de su familia, sino también nuestro.
No se separó de su hija Teresa en ningún momento de su vida, hasta el punto de que hace cinco años ingresaron juntas en el centro. En todo caso, lo queremos reafirmar desde las residencias del Grupo Adavir-Amma es nuestro agradecimiento a todas esas mujeres que han cuidado de nosotros, de sus hijos y de sus seres queridos, y que son capaces de hacer que su cariño y su dedicación se marquen fuertemente en las personas a las que quieren.
¡Gracias mamás!