Es bastante habitual que la persona mayor pierda la sensación de sed. En este sentido deberá hacer un esfuerzo tratando de ingerir abundante agua o líquidos con el fin de mantenerse bien hidratada. En especial si elimina excesivos líquidos bien por sudoración, vómitos, diarreas, fiebre, épocas de calor intenso o empleo de diuréticos.
Principales funciones del agua
El agua es el medio en el que se diluyen todos los líquidos corporales (sangre, secreciones digestivas, orina, etc.); posibilita el transporte de nutrientes a las células y el de los productos de desecho desde estas a los sistemas de eliminación; ayuda a la digestión al diluir en cierto grado los nutrientes de los alimentos y contribuye a regular la temperatura corporal mediante la sudoración.
Por estas razones, los mayores necesitan ingerir líquidos suficientes como para compensar las pérdidas que inevitablemente se producen. En condiciones normales, el exceso de líquidos, bien sea agua u otras bebidas o el de alimentos ricos en agua (frutas y verduras), conduce a una pérdida extra de agua vía renal, produciendo una orina abundante pero diluida. Por el contrario, cuando el aporte es insuficiente, el organismo responde disminuyendo parte de la eliminación de agua a través de los riñones, lo que conduce a una orina más concentrada.
Normalmente, el mecanismo de la sensación de sed nos conduce a ingerir líquidos recuperando el equilibrio hídrico. Sin embargo, en las personas mayores el centro que regula el mecanismo de la sed deja de ser tan efectivo, por lo que es necesario recordarles de manera continuada que tomen líquidos. No hay que olvidar que cuando se bebe suficiente líquido, el organismo está bien hidratado y se obtienen los siguientes beneficios para la salud:
La función de los riñones mejora, produciendo mayor cantidad de orina y más clara.
Los riñones limpian mejor la sangre de sustancias de desecho y las eliminan con mayor facilidad.
Existe menor riesgo de que se produzcan cálculos renales e infecciones urinarias.
Las heces se eliminan con menor esfuerzo al estar menos secas y más blandas.
Para saber si toma líquidos suficientes, basta con observar el aspecto de la orina. Un color amarillo pálido indica hidratación adecuada, mientras que orinar con mucha frecuencia, en pequeña cantidad y observar un color amarillo dorado o intenso y olor fuerte, es señal de que no estamos cubriendo los requerimientos de líquidos.
El agua, la mejor bebida
La manera de tomar la cantidad necesaria de líquido, además de la que se obtiene de los alimentos, se realiza a través del consumo de agua u otras bebidas. El agua es la única bebida imprescindible y la que mejor calma la sed. Es hipotónica porque la concentración de las sustancias que contiene en disolución es menor que la del sudor y la de otros fluidos corporales. Por ello, cuando se suda mucho o se pierden líquidos en exceso por causas diversas no es suficiente con beber agua sino que suele ser preciso tomar además otras bebidas o alimentos que repongan las sales minerales perdidas. En este sentido, se hallan las bebidas isotónicas, con una composición especialmente proyectada para reponer con facilidad las sales minerales perdidas. En caso de necesidad, se puede recurrir a la elaboración casera de suero oral conociendo los ingredientes: 1 litro de agua hervida, 1 cuchara de postre de bicarbonato sódico, 2 cucharadas soperas de azúcar, media cuchara de postre de sal y el jugo de uno o dos limones (dependiendo del tamaño