Este taller, puesto en marcha hace un año, tiene el objetivo de fomentar la lectura entre las personas mayores, una actividad que se va perdiendo por los problemas derivados del envejecimiento, sobre todo la pérdida de visión, pero que les reporta numerosos beneficios
Hace aproximadamente un año, el departamento de Terapia Ocupacional de la residencia de mayores El Balconcillo (Guadalajara), gestionada por Amavir por concesión administrativa de la Junta de Castilla-La Mancha, puso en marcha un taller de lectura compartida, en el que participan un grupo de unos veinte usuarios del centro.
Cuando el envejecimiento empieza a afectar a las capacidades necesarias para poder leer un libro (atención, concentración, dislexia, pérdida de visión…), e inculso capacidades motoras, muchas personas mayores tienden a abandonar esta actividad. Desde el centro se quiso revertir esta situación, habida cuenta de los numerosos beneficios que tiene la lectura para ellos, como la estimulación de la concentración, el retraso de la aparición de síntomas de demencia, intercambio de información y conocimiento, mejorar las habilidades sociales a través del aumento de la empatía, alimentar la imaginación y un largo etcétera.
Con estos objetivos, Terapia Ocupacional reúne al grupo de lectura un día a la semana durante aproximadamente una hora, tiempo en el que les narra e interpreta una novela, haciendo pausas para promover el diálogo y la opinión de los usuarios. El primer libro con el que comenzó el programa fue «El árbol de las hojas blancas», de la autora María del Carmen Peña Pungín, y tal fue el éxito que se decidió continuar con otro de la misma autora «Aquellos zapatos de charol».
Sabiendo que la autora vive en Guadalajara, la misma ciudad en la que se ubica la residencia, los mayores del grupo decidieron ponerse en contacto con ella para invitarla a una de sus sesiones, a lo que accedió encantada. Así, pudo compartir con los mayores cómo es el proceso de creación de sus historias y les animó a seguir con el taller y con la ilusión por la lectura. Desde aquí queremos agradecer a María del Carmen su cercanía y el detalle que ha tenido con nuestros residentes.
