En 12 años que lleva en el centro no ha recibido ninguna visita, lo que le convierte en un exponente claro del problema social de la soledad no deseada entre las personas mayores y del importante papel que jugamos las residencias en estos casos
Isidoro Asurmendi Goyena lleva viviendo con nosotros en la residencia Amavir Mutilva (Navarra) desde el año 2010. Es uno de los residentes más veteranos y también uno de los que tiene una historia de vida más triste y conmovedora.
Abandonado en un orfanato de niño, vio cómo fallecieron sus padres adoptivos a corta edad, tras lo que sobrevivió como pudo durante muchos años. Finalmente, ingresó en la residencia en un estado de salud muy precario y es en ella en la que ha podido empezar una nueva vida. Eso sí, en absoluta soledad, porque no tiene familiares ni amigos que vayan a visitarle.
Una historia que hoy refleja el periódico El Mundo, que hace unos meses se puso en contacto con nosotros porque quería hablar sobre el problema de la soledad no deseada entre las personas mayores, cada vez más acuciante en nuestra sociedad.
Fruto de esta petición, y con el consentimiento del propio Isidoro, el periodista Pedro Simón y el fotógrafo José Aymá se desplazaron hasta Navarra para entrevistarle y poder conocer su historia y su día a día en la residencia. La historia de una persona mayor que no tiene a nadie en la vida y que no recibe ninguna visita desde hace muchos años. Pero la historia también de un residente que ha encontrado en la residencia una nueva vida, compañeros, cuidados a sus problemas de salud y actividades de ocio con las que sobrellevar su soledad.
Desde aquí queremos agradecer al periódico El Mundo la delicadeza y cariño con el que han escrito este reportaje y su interés por hacerse eco de la soledad de los mayores y del importante papel que desempeñamos las residencias en estos casos.
El reportaje completo lo podéis leer en este enlace.