Dentro del proyecto #EsTiempoDeUnion puesto en marcha por Amavir, esta semana conocemos a varios de los protagonistas de esta bonita iniciativa. Ellos nos han abierto su corazón para contarnos su experiencia. Les agradecemos enormemente su participación a través de sus testimonios.
Nancy Roda, recepcionista de Amavir Usera, como muchos de los trabajadores de las residencias, quiere agradecer que hayan confiado en el centro para el cuidado de sus mayores. “Este ha sido un equipo que ha dado todo por ellos. No solo el equipo técnico, todo el mundo dobló sus esfuerzos. No se dejó a ningún abuelo solo, no había ningún auxiliar descansando. Siempre dieron el todo por el todo”, recalca Nancy.
Las ausencias son lo que más duele a las familias pero para los trabajadores este también es un momento muy duro, puesto que ellos también han vivido y convivido con los residentes. “Nosotros tampoco nos pudimos despedir”, aclara Nancy con la voz entrecortada.
Las residencias son centros que se convierten en algo más. Llegan a ser hogares para los mayores y eso significa que todos se convierten en una familia. “La residencia es como una casa en la que vive mucha gente y aunque somos los empleados, hemos sido parte de ellos y ellos han sido parte nuestro. Gracias por confiar en nosotros”, concluye la recepcionista.
«Antes no quería que entrara, ahora estoy muy contento de que esté aquí»
Esteban López es hijo de una de nuestras residentes en Amavir Sant Cugat. Su madre lleva un año en la residencia y Esteban admite que en un primer momento “los hermanos tuvimos una reunión y yo siempre estuve en contra pero a día de hoy puedo decir que estoy muy contento de que haya entrado. La han cuidado mucho”.
Es cierto que “en ciertos momentos le han faltado fuerzas pero sí que es verdad que ha tenido ese ímpetu increíble de estar siempre entera, y así sigue”, concluye el hijo emocionado.
Voluntarios al pie del cañón
Otro de los testimonios con el que contamos en #EsTiempoDeUnion es el de María Jesús Bermúdez, voluntaria en Amavir Coslada. Para ella todos los trabajadores de las residencias “son unos superhéroes. No nos podemos olvidar de ninguno. Han dado el cien por cien por y para los mayores”, señala.
Las no despedidas, lo más duro
Esther García, gerocultora de Amavir Argaray, ha pasado momentos muy duros. Su marido falleció a causa del COVID-19 y no pudo despedirse como le hubiese gustado. “Esta enfermedad está dejando a mucha gente sin familiares. Para mí es una pena muy grande, no pude despedir a mi esposo como debe ser. Y como yo, mucha gente tampoco pudo hacerlo como se lo merecían”.
Día y noche luchando
Daniel y María Luisa Araiz son dos hermanos que han pasado la cuarentena en la residencia Amavir Oblatas. Los dos quieren lanzar un mensaje de agradecimiento: “Lo bien que nos han cuidado. Todos han estado día y noche al frente luchando para sacar adelante a toda la gente que han podido. No se le puede echar la culpa a nadie”.
Estiempodeunion.com como símbolo de apoyo y agradecimiento
#EsTiempoDeUnion es un proyecto lanzado por Amavir tras la pandemia del COVID-19 que muestra el agradecimiento a residentes, familiares, proveedores, sanitarios, administraciones y entidades y personas que hicieron donaciones en los momentos más difíciles. Las residencias de mayores han sido uno de los lugares más afectados por la pandemia del COVID-19, pero el personal de Amavir, al igual que el de otros centros de toda España, se ha dejado la piel y ha puesto sus vidas al servicio de la sociedad por cuidar a las personas mayores. Por ello, Amavir quiere mostrar su agradecimiento y homenaje a estos profesionales a través de la campaña #EsTiempoDeUnión