A mano o a máquina, con una o dos agujas de madera, aluminio o plástico. La actividad de tejer puede ser considerada como una práctica de ocio y entretenimiento, pero también como una terapia de relajación e incluso de rehabilitación física y mental.
Cuando pensamos en esta acción, nos viene a la cabeza la imagen de una mujer anciana con las agujas y el ovillo de lana en la mano. Sin embargo, esta práctica cada vez está más extendida entre los jóvenes.
Durante la práctica, las manos y brazos están en continuo movimiento y ayudan a percibir sensaciones como el tacto de los ovillos, los diferentes colores y se activa el área motora del cerebro, la sensitiva, la visual, la auditiva y el lenguaje, es decir, favorece un envejecimiento activo en las residencias de mayores.
En nuestros centros Amavir empleamos sesiones de terapia ocupacional dedicadas a esta práctica, puesto que está demostrado el beneficio que genera en los mayores:
- Reduce y previene el estrés y ayuda a aliviar la ansiedad. Con la repetición de los puntos se consigue la denominada “respuesta de relajación”, un efecto similar a la práctica del yoga.
- Contribuye a ejercitar el cerebro para la prevención de afecciones cognitivas, ya que mantiene la actividad de las neuronas.
- La acción de tejer puede ayudar a aliviar el dolor producido en las articulaciones.
- Es importante saber cómo prevenir la soledad en las personas mayores, y en las sesiones grupales, se fomenta la interacción entre los mayores y ayuda a desarrollar habilidades sociales
- Aumenta la fuerza de voluntad y el espíritu de superación, crea hábito y quien lo practica quiere hacerlo cada día mejor.
- Previene la falta de movimiento en las manos que conlleva la artrosis, una enfermedad reumática asociada a la tercera edad.
- Con las diferentes prendas tejidas, nuestros mayores cuentan con obsequios que regalar a sus familiares, por lo que refuerza el vínculo con la familia, y pueden también utilizarlas con fines solidarios, recaudando fondos para entidades benéficas.
- Favorece la concentración, por lo que, además, puede ser una buena práctica para quienes sufren déficit de atención.